Ecos desde Budapest a la Rambla – Fin del Congreso

09/May/2013

Pte. del CCIU, Ing. Roberto Cyjon

Ecos desde Budapest a la Rambla – Fin del Congreso

En esta segunda y última entrega, intentaré resumir intensos días de reflexión, análisis y debates. Continuemos con la mente puesta en aquellas herramientas que debiéramos desarrollar en el mundo democrático, para frenar las políticas organizadas de fomento del odio, sea éste cual fuese y donde se expanda.
La base del problema radica en cómo han evolucionado aquellos partidos portavoces del mayor nacionalismo chauvinista y xenófobo. A título de ejemplo, el partido “amanecer dorado” de Grecia, que hoy marcha por las calles con botas y camisas negras cabezas rapadas y manos alzadas en el saludo nazi, tenía en los 1980’s el 1% de los votos en Grecia y el 0.5% en el Parlamento Europeo. Hoy alcanza más del 13 % del electorado y siguen creciendo. Se manifiestan en contra del establishment, echándoles la culpa a los judíos de lo que padece su país, como se hacía en el siglo XIX.
En Hungría están en plena fase de discriminación en “estado primitivo”. Dado que no han podido resolver aún su pasado, ni nazi ni comunista, el gobierno “se victimiza”, lo cual agranda aún más a Jobbik, el partido nazi; cuenta en la actualidad con más de 400.000 votos. En otros países con partidos ultranacionalistas activos, se pretende no combatirlos demasiado para no generarles protagonismo. En resumen: se expanden como un virus por el continente.
El testimonio brindado por una joven activista social gitana, especialmente invitada a disertar en el Congreso Judío, nos estremeció. El parlamento húngaro ha tratado hace tan solo días, de “monos y animales salvajes a los gitanos, seres incapaces de vivir entre la gente… Desde abril introdujo elementos en la Constitución contra homosexuales y ‘sin techo’, y en consecuencia aumenta la segregación…” Las reacciones no se hicieron esperar. En una semana mataron a seis gitanos y los atormentan en sus propias casas. Continuó razonando la joven militante, “… ¿qué se puede esperar de un gobierno que lanza tales proclamas, que inaugura estatuas a personajes siniestros como Horgy, el colaborador húngaro con los nazis, responsable del asesinato masivo de judíos y gitanos entre otras minorías…y por si fuese poco, incorpora en la currícula educativa a escritores húngaros que colaboraron con los nazis en la segunda guerra mundial?…”
Hay una corriente que sostiene con bases muy sólidas, que se deben legislar leyes antidiscriminatorias cuidadosa y eficientemente. A su vez, los demócratas de toda Europa pretenden unir esfuerzos en tal sentido y varios países ya han dictado leyes que también catalogan como delito la negación del Holocausto y otros llegan a condenar el saludo nazi. En Grecia se está proponiendo recientemente, un proyecto de ley antidiscriminatoria que condene entre otros el antisemitismo, con el matiz- para nada menor- que no tenga exclusiones. O sea, un parlamentario que caiga en dichos prejuicios será expulsado de su partido o incluso del Parlamento.
Austria y Francia integran un Centro de Monitoreo de Antisemitismo; no olvidar los atentados en la escuela judía de Touluse donde hace poco un militante salafista asesinó a 4 niños y un adulto. Brindamos este ejemplo dado que el antisemitismo de Europa Occidental se genera principalmente por el antisionismo sistemático e irracional del integrismo islámico, y en Europa Oriental por el ultra nacionalismo.
El problema es pues complejo, grave, multicausal y violento. Legislar en forma conjunta con códigos jurídicos diferentes y en sociedades motivadas por argumentos tan disímiles, es difícil. Sí es claro que la solución ha de ser política y para ello se deberán sortear intereses partidarios naturales. Es un ejercicio de conciencia y decencia que los políticos han de anteponer a sus cálculos de coaliciones actuales y de los próximos períodos electorales. Por lo tanto es fundamental la presión social, dado que la gente sensata que es la mayoría, se horroriza ante la agresión visceral a sus principios y valores humanos. Más de diez mil personas han manifestado en Hungría en contra de tanto horror contra gitanos y judíos.
La herramienta complementaria tan urgente como imprescindible es la educación. Nuevamente es un desafío de Estados, pues los gobiernos se alternan. Dada la gravedad del desborde antisemita, homofóbico y étnico en general, como el ejemplo citado de los gitanos, se impone también la educación en los hogares. Europa entera enfrenta pues un problema de democracia presente debilitada por los propios beneficios que la libertad le otorga a estos criminales- Main Kampf no debería venderse en los kioscos de muchos países como está sucediendo- la libertad de opinión se debe salvaguardar; por contrapartida, el odio explosivo se debe detener. Esta es una apretada síntesis de la encrucijada que vive el viejo continente en estas épocas de crisis, comenzada en decenas de países con la decadencia y posterior desaparición de la ex Unión Soviética, y en otros por problemas económicos más recientes. La falta de respuestas a las necesidades colectivas, genera climas de obvia falta de paciencia, y violencia extrema por decantación. No olvidemos que los antecesores de las actuales generaciones, supieron asesinarse entre sí casi cien millones de personas contabilizando ambas guerras mundiales del siglo pasado. Pretendieron extinguir pueblos enteros y no logran salvarse en el presente de esas matrices venenosas que los someten hoy, a peligros impensables.
Mas no todo está perdido y seguramente se han de encontrar los caminos de pacificación social y sentido común. Se trata de salvar un modelo de vida democrático y de prosperidad, en el marco de los más elevados derechos humanos, que Europa pretende mantener unida en bloque.
Deseamos finalizar destacando que al nuevo Ejecutivo del Congreso Judío Mundial, se han incorporado dos uruguayos: el Cr. Saúl Gilvich y la Lic. Sara Winkowsky. Nos llena de orgullo y tranquilidad acerca de su militancia por estos elevados conceptos que reclamamos los hombres y mujeres libres de nuestro país y la comunidad judía local. Los uruguayos somos conscientes de los supremos valores democráticos y su preservación.
Como apunte final de viaje, transmitimos la belleza arquitectónica de Budapest, sus museos, la Gran Sinagoga, hermosas calles peatonales pletóricas de colorido y vitalidad y la hospitalidad oficial con que hemos sido recibidos. Dejamos pues al bello Danubio y pronto retomaremos las caminatas por nuestra querida Rambla.
Ing. Roberto Cyjon